La cirugía cardiovascular se puede definir como una rama médica utilizada en el tratamiento quirúrgico de las enfermedades cardiovasculares. Estos procedimientos quirúrgicos se utilizan en el tratamiento de ataques cardíacos, angina, enfermedad de las válvulas cardíacas, aneurisma aórtico, enfermedad de las arterias coronarias, trastornos del ritmo cardíaco y otras enfermedades cardiovasculares.
La cirugía cardiovascular se divide en dos categorías principales, la cirugía a corazón abierto y la cirugía a corazón cerrado. La cirugía a corazón abierto se usa para procedimientos en los que es necesario exponer el corazón y, a menudo, se usa para procedimientos como cirugías cardíacas, reparación y reemplazo de válvulas cardíacas, reparación de aneurismas aórticos y cirugías de derivación de la arteria coronaria. La cirugía a corazón cerrado, por otro lado, es un procedimiento cardíaco y vascular realizado con técnicas mínimamente
invasivas y generalmente se usa en procedimientos como el cateterismo cardíaco, la angioplastia con balón y la colocación de stents.
Los procedimientos quirúrgicos cardiovasculares se utilizan generalmente en el tratamiento de enfermedades graves y de alto riesgo. Por lo tanto, es necesaria una evaluación detallada antes de la cirugía. En el período posquirúrgico, es importante un cuidadoso seguimiento y tratamiento de los pacientes.
En conclusión, la cirugía cardiovascular juega un papel importante en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Con el avance de las tecnologías, los procedimientos quirúrgicos cardiovasculares se han vuelto más seguros y mínimamente invasivos. Sin embargo, dado que estos procedimientos tienen riesgos, es extremadamente importante seleccionar a los pacientes correctos y seguirlos cuidadosamente.